Hoy quiero compartir con vosotros un cuento sobre la importancia de no posponer nuestra felicidad. Muchas veces encuentro personas que me dicen “Seré feliz cuando…” y aquà podéis añadir lo que queráis “me jubile”, “termine la carrera”, “encuentre pareja”, “supere este problema”, etc.
Sin embargo, la vida no espera y no sabemos que va a ocurrir mañana, ni de cuanto tiempo disponemos. Lo mejor que podemos hacer es aprovechar el ahora y ser lo más felices que podamos en este momento porque es el único que existe.