La psicología ha generado gran cantidad de mitos, algunos de los cuales son realmente persistentes. Esta es mi selección de aquellos que me he encontrado con más frecuencia…
Mito 1. Un detector de mentiras es una prueba irrefutable de sinceridad
A pesar de su utilización por diferentes entidades y la creencia popular, no tiene ningún apoyo científico. Sus defensores afirman que a través de la medición de reacciones fisiológicas podemos determinar si una persona esta mintiendo, pero no existe ninguna evidencia de que la mentira tenga un conjunto específico y determinado de reacciones fisiológicas que podamos medir. Una persona honesta puede encontrarse nerviosa al contestar mientras que otra puede mentir sin activación fisiológica.
Mito 2. Solo utilizamos el 10% del cerebro
Este es probablemente el mito que más veces he escuchado. Es una idea atractiva, pues sugiere que podríamos ser mucho más inteligentes, exitosos y creativos si lográsemos aprovechar todo nuestro potencial. Desgraciadamente, no es verdad.
Aunque tenemos capacidad para mejorar gracias a la plasticidad, la idea de que grandes áreas del cerebro permanecen inutilizadas no tiene ningún fundamento científico. Nuestro cerebro esta muy bien aprovechado y es fácil de demostrar con una resonancia magnética.
No se conoce el origen de este mi to que ha sido atribuido a diferentes científicos y psicólogos, incluido Albert Einstein.
Mito 3. La publicidad subliminal funciona
Se considera subliminal cualquier mensaje emitido por debajo de nuestro umbral de percepción consciente y que nos incita al consumo de un producto. Existen incluso teorías conspiratorias que hablan de manipulación sutil de dirigentes y gobiernos para que pensemos y actuemos como ellos desean. Pues bien, podemos estar tranquilos, estos mensajes no funcionan.
La historia de la publicidad subliminal no comenzó bien. En 1957 James Vicary realizó una serie de experimentos en un cine que parecían demostrar que este tipo de publicidad podía afectar a nuestra voluntad. Sin embargo, años después reconoció que sus experimentos habían sido un montaje publicitario y los resultados eran falsos.
Hoy en día continua siendo un tema controvertido y, a pesar de la escasez de pruebas sobre su eficacia, siguen realizándose esfuerzos en este sentido. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los ensayos de laboratorio muestran que los mensajes subliminales no afectan en absoluto a las opciones de consumo o preferencias de voto.
Mito 4. Los sueños poseen un significado simbólico
¿Alguna vez has soñado que perdías los dientes que se te caía el pelo? ¿Crees que eso es un mensaje de tu subconsciente? No eres el único. La creencia en que los sueños tienen un significado oculto es tan antigua como la humanidad ya sea como mensajes o advertencias de los dioses, predicciones o imagenes de nuestro subconsciente.Su relación con la psicología se remonta a Freud, para quien los sueños eran el camino para comprender el subconsciente humano, una idea que ha calado con fuerza en la sociedad. Sin embargo, solo los psicoanalistas (seguidores de la teoría freudiana) utilizan el simbolismo de los sueños en terapia y, si hacemos caso a la ciencia, la teoría con más evidencia sostiene que soñar es una representación confusa de imágenes en nuestro cerebro, cuyo objetivo es ordenar la información y las experiencias de la vigilia.
Mito 5. Mozart hace más inteligentes a los bebes
Que fácil sería mejorar la inteligencia de las personas si bastase con escuchar música clásica, pero no es así, es tan solo un mito.Todo tiene su origen en un articulo que Nature publicó en 1993 que decía que escuchar 10 minutos de música clásica provocaba mejoras en el razonamiento espacial de los estudiantes. Jamás se dijo que aumentara la inteligencia de forma permanente y lo que es más importante, nunca han podido replicarse los resultados.
También es cierto que escuchar música clásica no tiene contraindicaciones en los niños, de modo que podemos hacerlo de todas formas. Puede pobarse también con Bach, Beethoven, sin descartar a los Beatles o porqué no Def Leppard…
Mito 6. Podemos aprender idiomas dormidos
Es una idea maravillosa… ¿Te imaginas que funcionase? ¡Aprenderíamos de una vez por todas a hablar inglés! Sería la pesadilla de las academias de idiomas…Sin embargo, la ciencia no respalda esta idea. Aunque es posible incorporar elementos externos en nuestro sueño no hay ningún indicio de que podamos integrar información nueva y compleja y mucho menos recordarla después. Me temo que tendremos que continuar aprendiendo despiertos y con esfuerzo.
Mito 7. Los polos opuestos se atraen
Esta es una idea muy extendida pero, en lo que se refiere a relaciones personales, la ciencia no solo ha comprobado que los polos opuestos no se atraen, sino que en general se repelen.
La mayoría de estudios confirman que tendemos a elegir pareja y amigos entre aquellas personas que se nos parecen y que las relaciones en las que las personas son “polos opuestos” suelen ser menos duraderas y menos satisfactorias.Por tanto, las personas con actitudes y valores similares tienden a atraerse más y, aunque pueda haber algunas llamativas excepciones, la regla funciona.
Mito 8. El tiempo todo lo cura
El problema es que el tiempo, por sí mismo, no tiene propiedades terapéuticas. El paso del tiempo puede ayudar a serenar nuestras emociones, pero también puede contribuir a cronificar un problema que podría haberse solucionado con facilidad de haber intervenido a tiempo.
No es el tiempo el que cura todo, sino lo que las personas hacemos con ese tiempo. Si me siento a esperar a que el paso de los días cure mis heridas corro el riesgo de que jamás cicatricen. Toma las riendas de tu tiempo, conviértete en motor de tu curación y, si es necesario, busca ayuda.