Nuestro cerebro es plástico, lo cual nos permite cambiar, amoldarnos y modificar nuestros hábitos a cualquier edad. Y, para cambiar no se necesita mucho: elegir un cambio que sea coherente con nuestra escala de valores, darle un espacio suficiente y entrenarlo hasta que se convierta en un hábito. Vamos allá.
Encuentra un porqué
Remplaza un hábito negativo por un hábito positivo
Repetir, repetir y repetir
Los buenos hábitos, una vez establecidos, son tan difíciles de eliminar como los malos. Pero para ello, tienen que repetirse con regularidad. Si te estas preguntando durante cuánto tiempo, un estudio encontró que automatizar una nueva acción tarda entre 18 y 254 días, con una media de 66 días.Los autores destacan que el rango tan amplio se explica por el nivel de dificultad de cada conducta.
Visualiza
La visualización es una técnica muy sencilla y efectiva para enfrentarnos a situaciones que nos pueden generar estrés. Visualizar consiste en crear en nuestra mente una imagen de nuestro éxito. Este ejercicio nos permite familiarizarnos con la situación y ganar autoconfianza. Es una inyección de motivación.
Controla el ambiente
Nuestro cerebro hace poderosas asociaciones entre situaciones y acciones que pueden acabar convirtiéndose en grandes obstáculos a la hora de abandonar un hábito.
Por ejemplo, si siempre fumo después del café debería dejar de tomarlo durante una temporada. Aléjate de todo aquello que puede motivar la conducta que quieres eliminar y estarás allanando el camino.
Si consigues el primero, conseguirás muchos más
Conseguir eliminar un hábito complicado sienta las bases para que me resulte más sencillo seguir cambiando. Así que cuanto antes empecemos, mejor.