La oxitocina es una hormona que produce una intensa sensación de bienestar, también llamada la “hormona del amor” porque se cree que interviene en la formación de los vÃnculos entre madre e hijo y entre las personas en general. Esta hormona nos ayuda a relajarnos, a sentirnos seguros y a disminuir la ansiedad.
La oxitocina  se descubrió en los años 50 y desde entonces ha acaparado la atención de psicólogos, psiquiatras y neurólogos, entre otros, Las publicaciones sobre ella se han multiplicado en los últimos años y la investigación apunta a funciones insospechadas en un principio: además de reducir los niveles de cortisol en sangre (relacionados con el estrés), fomenta la comunicación y los comportamientos sociales positivos, aumenta la generosidad, la confianza en los demás y la empatÃa. Incluso, según las conclusiones los investigadores de la Universidad de Columbia, la oxitocina reduce la presión arterial y mejora el ritmo cardiaco mejorando la salud de las mujeres que participaron en su estudio.
La oxitocina también es responsable de las diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres y algunos investigadores están estudiando su posible implicación en el autismo y otras enfermedades.
Cómo estimular la oxitocina
Según los investigadores, en los humanos, la oxitocina se libera con un simple abrazo, una caricia, un beso o mirar a los ojos de un ser querido. También forma parte del ciclo de respuesta sexual y aumenta con el consumo de dulces y chocolate.
Sin embargo, para Paul Zak la forma más sencilla y potente de estimular su liberación es a través de un abrazo. Según este investigador, 8 abrazos al dÃa pueden aumentar nuestra felicidad. Os recomiendo ponerlo en practica como una forma fácil y barata de aumentar nuestra satisfacción, nuestra conexión con los demás y nuestra felicidad.
Os dejo su charla en TED sobre la oxitocina, la confianza y la moralidad humana, muy interesante.