Trastorno por Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad (TDAH)

El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad es un trastorno neurobiológico que afecta aproximadamente entre un 5 y un 10% de la población infantil y que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención en actividades tanto académicas como cotidianas y por una falta de control de impulsos.

Los síntomas son diferentes en función de la edad del niño y pueden darse en niños, adolescentes y adultos de todas las condiciones sociales, culturales y raciales.

El trastorno se divide actualmente en tres subtipos de acuerdo a las principales características asociadas al desorden: Inatento, hiperactivo-impulsivo y combinado.

Características y problemas asociados

Las características más habituales de de este trastorno son:
  • Su actividad motriz les lleva a levantarse continuamente del asiento, charlar con los compañeros, hacer ruido, etc. interrumpiendo constantemente las explicaciones del profesor.
  • Se distraen fácilmente, de modo que deben dedicar más tiempo de lo normal a las tareas escolares y, sin embargo, obtienen un rendimiento más bajo. El bajo rendimiento escolar es consecuencia así mismo de una mala memoria secuencial.
  • Debido a su impulsividad desean realizar las tareas lo más rápido posible, lo que les lleva a cometer errores.
  • Además, no realizar las tareas con la misma rapidez y efectividad que sus compañeros, las frecuentes quejas de los profesores les produce una gran frustración que puede llevarles a reaccionar con rabietas.

Todo esto provoca que los niños que padecen este trastorno tengan, en general una baja autoestima. Además la no detección temprana les puede conducir a desarrollar otra serie de trastornos. De modo que, en muchas ocasiones, el TDAH se encuentra asociado a dificultades de aprendizaje, problemas perceptivo-motores (coordinación motora y motricidad fina), trastornos de ansiedad o depresión, conductas agresivas o trastorno negativista-desafiante (conducta de oposición).

TDAH y Familia

Como en muchos otros trastornos, la familia ocupa un papel primordial en el tratamiento del TDAH. La escuela también debe colaborar, de manera que exista una comunicación continua entre todos los agentes.

Es importante que los padres acepten el trastorno y se convenzan de que no es su culpa, así como que acepten las limitaciones del niño. Además, es necesario que los niños con TDAH vivan en un ambiente estructurado y ordenado, aprender a establecer límites y normas,  fortalecer su autoestima y tener una buena comunicación.

Sospecha de TDAH

¿Qué hacer ante las sospechas de que nuestro hijo padezca un TDAH?

Si la familia sospecha que puede existir un problema debe acudir al pediatra, para que derive al niño a profesionales específicos en Trastornos de la Infancia. También podemos comentar nuestras sospechas con el equipo de orientación del centro escolar para que elaboren un informe que debe ser remitido al pediatra.

Tratamiento

Una vez confirmado el diagnóstico debe llevarse a cabo un tratamiento multidisciplinar, debido al impacto que tiene este trastorno en diferentes áreas. El tratamiento debe ser personalizado y contemplar, al menos, las siguientes áreas:

  • Tratamiento farmacológico
  • Intervención psicopedagógica
  • Intervención psicológica
  • Intervención familiar