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Trastornos emocionales

Depresión

Los sentimientos de tristeza, preocupación y abatimiento en los niños son semejantes a los que se producen en la edad adulta y deben ser motivo de atención especial, pues pueden estar relacionados con otros problemas o pueden llegar a convertirse en un problema grave con el tiempo.

Ansiedad

Hay muchas razones por las que los niños pueden experimentar ansiedad: problemas de relación, divorcios, obsesiones, mala autoestima, inseguridades, alta autoexigencia, nacimiento de un hermanito, acoso escolar, etc.

Igual que en el caso de la depresión, la ansiedad infantil no debe ser menospreciada porque puede estar alertándonos de la presencia de otros problemas.

Habilidades sociales

Algunos niños, por diferentes razones, no disponen de recursos adecuados para desarrollar adecuadamente relaciones sociales. Las consecuencias pueden ser aislamiento, rechazo, agresividad,  etc.

Es preciso aclarar que cuando hablamos de niños con problemas de habilidades sociales no nos estamos refiriendo únicamente al “niño tímido. La falta de habilidades sociales está en la base de la conducta de muchos niños agresivos o antisociales.

La falta de habilidades sociales puede ser especialmente crítica en la adolescencia cuando la relación con los iguales es altamente importante.

Autoestima

Una autoestima sana es muy importante para el completo desarrollo de los niños. Los niños que presentan una autoestima inadecuada sufren más ansiedad y frustración, manejan pero los desafíos y tienen mayores dificultades para resolver problemas.

Algunas características de los niños con baja autoestima:

  • Tiene miedo a equivocarse.
  • Tiene dificultades para relacionarse con lo demás.
  • Busca constantemente llamar la atención.
  • Se encuentra desmotivado y desilusionado.
  • No se siente valorado por el resto de los niños.
  • No suele sentirse satisfecho con sus logros.
  • No valora sus capacidades.
  • Se centra en sus fracasos.
  • Se bloquea ante los problemas.
  • Expresa sentimientos de forma negativa: “no puedo.

Eneuresis

Eneuresis significa orinarse involuntariamente a una edad en la que ya deberían controlar los esfínteres. Se trata de un problema muy habitual en niños. En muchos casos, la eneuresis se soluciona con el tiempo, siempre y cuando no se le de más importancia de la que tiene. Una vez descartado que sea un problema físico es aconsejable acudir a un especialista pues, aunque no sea un problema grave, puede afectar a la autoestima del niño.

Celos

En la infancia es habitual la aparición de celos tras el nacimiento de un nuevo hermanito. El niño siente que ya no es correspondido emocionalmente por sus padres, al menos, con la intensidad y frecuencia que desea. El niño reclama la misma atención que recibía meses antes y que ahora tiene que ser compartida.

Sentir celos del hermanito pequeño es relativamente normal pero, en algunas ocasiones, la respuesta de celos es exagerada, prolongada en el tiempo o causa gran malestar y deterioro en las relaciones familiares. En estos casos es recomendable buscar ayuda profesional.

Los niños celosos pueden presentar algunas de las siguientes conductas:

  • Cambios de humor no justificados.
  • Signos de infelicidad (llorar sin motivo, tristeza, manifestar no sentirse querido…)
  • Aparición de nuevas conductas (no presentes hasta la llegada de un hermano o ya superadas)  para llamar la atención de los padres (pipi en la cama, negarse a comer, agresividad injustificada hacia objetos o animales, comportamiento social anómalo, etc.).
  • Vuelta a un lenguaje más infantil con presencia de gestos inmaduros como chuparse el dedo.
  • Alteraciones en los patrones de alimentación y sueño.
  • Problemas de conducta: negativismo, terquedad, dificultad para obedecer. En casos más extremos oposicionismo, agresividad manifiesta y actitud desafiante hacia padres y compañeros.
  • Negar sistemáticamente los errores propios y culpabilizar a los otros de sus problemas o actitudes (en especial al hermano objeto de celos).

Acoso escolar

El acoso escolar tiene muchas formas de manifestarse que pueden incluir: maltrato verbal, maltrato físico, intimidaciones o aislamiento social. Es una fuente de gran malestar para niños y adolescentes y puede provocar baja autoestima, fracaso escolar, ansiedad, depresión, miedo, reacciones agresivas, trastornos de conducta, incluso, intentos de suicidio.
Si crees que tu hijo está siendo acosado en el colegio es el momento de poner límites, ponte en contacto con el centro y busca ayuda psicológica.