OBESIDAD

La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que suele iniciarse en la infancia y la adolescencia. Aunque no se considera un trastorno mental por sí misma, la obesidad se relaciona con mucha frecuencia con trastornos emocionales como la depresión, mayores niveles de ansiedad, peor autoestima, distorsiones de la imagen corporal y diferentes trastornos de la alimentación (podemos poner links a todo), de los que puede ser además  causa o consecuencia.

El sobrepeso es un problema difícil de controlar y la mayoría de los estudios que incorporan únicamente tratamientos médicos muestran resultados decepcionantes a largo plazo. Esto es así porque durante mucho tiempo se han ignorado otros factores y su influencia sobre el mantenimiento del sobrepeso y la obesidad.

La obesidad no es una enfermedad homogénea y, por tanto, necesita una evaluación adecuada de cada paciente para que el tratamiento sea eficaz, tratamiento que  debe contemplar un abordaje multidisciplinar y promover cambios en los hábitos de vida, si queremos que los resultados se mantengan a largo plazo. El objetivo es que las personas aprendan a tener una relación saludable con la comida y con su cuerpo.

Tratamiento de la obesidad:

  • Obesidad Infantil

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/) la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. En España, en los últimos 15 años se ha triplicado el número de niños con sobrepeso.

    La obesidad infantil puede dar lugar a serias complicaciones de salud física en la etapa adulta, así como problemas de salud mental como depresión, falta de autoestima o trastornos de alimentación, entre otros.

  • Tratamiento Cognitivo Conductual de la obesidad

    La terapia cognitivo-conductual ha demostrado su eficacia tanto en el tratamiento de los trastornos de alimentación como en el caso de la obesidad. Se orientan hacia la adquisición de hábitos de vida saludables y aumento de ejercicio físico prestando especial atención a aquellos factores psicológicos que puedan estar contribuyendo al mantenimiento del problema, como la ansiedad.

  • Mindfulness y alimentación

    Cada vez más investigaciones están confirmando la utilidad del mindfulness o atención plena  para mejorar nuestra calidad de vida y abordar diferentes problemas. En el tratamiento de la obesidad,  el mindfulness puede ayudar a disminuir comportamientos impulsivos, aumentar la conciencia y aprender a manejar las emociones sin recurrir a la comida. De manera complementaria, puede ayudar a ser menos crítico, mejorar la relación conmigo mismo y con mi cuerpo, aprender a respetarse y mejorar la autoestima.