Daño cerebral adquirido

El Daño Cerebral Adquirido (DCA) hace referencia a cualquier lesión adquirida sobre un cerebro previamente desarrollado, con independencia del origen. Sus causas más comunes son los traumatismos craneoencefálicos (TCE), los accidentes cerebrovasculares (ACV) y los tumores cerebrales.

Las consecuencias de una lesión cerebral son muy complejas, provocando en algunas ocasiones una pérdida de independencia funcional. Cada parte del cerebro se encarga de unas pocas tareas, por lo que en función de la localización de la lesión, pueden aparecer diferentes alteraciones. Las dificultades más comunes son déficits motores, sensoriales y neurocognitivos.

Las alteraciones cognitivas y conductuales constituyen una de las principales causas de limitación para las personas con daño cerebral. La neuropsicología evalúa el grado de  afectación del paciente y sus recursos, para elaborar un plan de intervención personalizado que permita incrementar la autonomía de estas personas en su vida diaria.

¿Cómo puede ayudar la neuropsicología a un paciente que ha sufrido daño cerebral?

  • Evaluación neuropsicológica.
  • Rehabilitación cognitiva (atención, percepción, memoria, funciones ejecutivas, etc.)
  • Tratamiento de trastornos emocionales y conductuales que aparecen frecuentemente tras un DCA.
  • Información y asesoramiento a la familia, así como sesiones individuales para aprender a manejar la nueva situación familiar y los cambios.
  • Apoyo psicológico a los familiares, tratamiento de las dificultades emocionales que puedan surgir.

Recomendaciones generales:

  • Durante los primeros momentos, es común que su familiar este desorientado, confuso y agitado. Le explicaremos con tranquilidad lo que nos pida, todas las veces que nos lo pregunte puesto que esto lo calmará y lo mantendrá más orientado.
  • Si la persona afectada no puede hablar, refuerce cualquier intento de comunicación y proporcione instrucciones simples, estableciendo, lo más pronto posible, un sistema de comunicación “si/no”, mediante gestos o movimientos oculares.
  • No hablarle como a un niño. Si se comporta de manera extraña se debe a la desorientación y a los problemas y molestias asociadas a su DCA.
  • Si queremos que nos preste atención o realice una tarea, debemos eliminar posibles ruidos y distracciones y darle instrucciones claras y concisas. No complique la situación con explicaciones largas y confusas.
  • Al principio, tras un DCA, la persona puede estar más lenta o torpe. Debemos darle más tiempo para realizar las actividades y para actuar. No hay que hacer por él las cosas que pueda realizar solo.
  • Una vez que el afectado está en casa, la familia se enfrenta a una tarea compleja que puede generar mucho estrés. Paciencia, el proceso de recuperación es largo y lento.
  • Busque información y apoyo. Es muy importante que no se sienta solo en este proceso. Otros familiares, amigos y las asociaciones de Daño Cerebral pueden ser recursos importantes para usted
  • Refuerce los logros. Trate de no recordarle continuamente todo lo que ya no puede hacer, sino de encontrar sus puntos fuertes y animarlo en la consecución de una mayor autonomía, ambos se sentirán mejor.
  •  No olvide prestar atención a sus necesidades, si usted no se cuida no podrá cuidar de nadie. Busque momentos para hacer actividades agradables, delegue responsabilidades y busque apoyo emocional en sus familiares y amigos. Hay que evitar el aislamiento.